A lo largo del tiempo, el avance de las ciencias del comportamiento, nos ha permitido acceder a información acerca de cómo se comportan los perros, qué y cómo nos quieren y qué necesitan, así la valoración que tenemos de ellos ha cambiado y los consideramos un integrante más de la familia. Sin embargo muchas veces, como tutores lo que sabemos sobre nuestros perros, acerca de lo que hacen, cómo se comunican o sus necesidades, no es suficiente, y eso genera ciertos problemas.
Muchos problemas del comportamiento tienen su origen en no comenzar con la educación del perro desde el minuto cero de llegar a casa. Esto nos lleva a, a veces, a tratar de evitar ciertos comportamientos del cachorro de maneras que traerán más problemas de comportamiento cuando nuestro perro sea adulto como por ejemplo, darles comida mientras cenamos, aunque después no queramos que esté pidiendo o robando; o que no se nos tiren encima cuando llegamos, etc. Otra veces, ocurre lo opuesto, tratamos al cachorro como a un perro adulto, esperando respuestas en su comportamiento que el cachorro aún no es capaz de lograr, siendo así muy exigentes. Muchas veces, nos frustramos ante estos hechos y cerramos la posibilidad de cambio con la expresión “es solo un perro”.
Para evitar llegar a ese punto, y en lo que respecta a la familia, podemos recurrir a diferentes profesionales para mejorar el comportamiento de nuestro perro y así disfrutar de su compañía: si necesita educación contamos con un adiestrador, si necesita higiene (baño y peluquería) consultamos a un peluquero canino, si requiere mejorar su salud física visitamos al veterinario, para mejorar la socialización y recreación contamos con un paseador, y el afecto y tiempo de calidad se construirán con la familia.
También cabe tener en cuenta que nuestro perro tiene un origen, que influye igualmente en el desarrollo de su comportamiento y es importante que trabaje en ciertos aspectos: si es de raza, es el criador, quien trabaja en la cruza de perros para mantener el estándar de la raza y sobre todo características saludables (por ejemplo, que los rasgos característicos no se deterioren, como por ejemplo: bulldog inglés, bulldog francés, pug, basset hound, pastor alemán, etc.).
Si nuestro perro tiene un origen desconocido o no proviene de un criadero y vive en un pensionado, son entonces los proteccionistas que realizan una ardua tarea, con pocos recursos, para rescatar perros en situación de calle o mal, y generales la posibilidad de una nueva vida.
Así, cada perro necesita que cada uno de estos factores esté presente para lograr un equilibrio emocional saludable. Cuando uno o varios de estos empiezan a fallar es muy probable que afecte al resto y que el perro lo ponga de manifiesto.
Para lograr el objetivo de un perro educado, sociable y que cumpla las expectativas familiares y sociales necesitamos que cada área no solamente funcione bien, sino que cumpla con los requisitos, manteniendo los estándares de cuidado, buen trato y bienestar emocional de cada perros, y para lograrlo, el principal elemento de estas áreas es el humano, representado por trabajadores caninos que se capacitan y adquieren conocimientos y manejos de los animales para brindar un mejor servicio.
Y en esto de optimizar los trabajos y la capacitación a lo largo del tiempo, quienes trabajamos con perros fuimos valorando también la principal herramienta del trabajador canino: el cuerpo… y los perros muerden, tiran de la correa, se quieren pelear con otros perros, se enferman, transmiten enfermedades a las personas… Hay que sumar las inclemencias del tiempo en el trabajo al aire libre, o si llueve baja mucho el trabajo o no lo hay.
Nos dimos cuenta que estábamos muy expuestos y que había pocas cosas que nos resguardaban. A partir de ahí se comenzó a organizar, agrupar y planear lo que se podría hacer para mejorar cada uno de los aspectos que nos afectan. Fue y es tal esa organización, que se formó la primera mutual en el mundo de trabajadores caninos, que hoy en día ya posee representación a través de su sindicato y lucha por sus derechos.
No solo los perros y los trabajadores caninos van ganando derechos y mejorando su calidad de vida. Las personas en general, también realizan una mayor interacción social con sus mascotas, disfrutando más de su compañía en actividades cotidianas como ir a comer o tomar un café, visitar a amigos o familia, etc. Es en este nuevo tipo de relación interespecie, que pierde sentido entonces la expresión “es solo un perro”.
No podemos dejar de mencionar a aquellos perros que con su trabajo nos ayudan a mejorar nuestra vida: en la detección de sustancias, explosivos, búsqueda de personas, perros de asistencia que ayudan a personas con distintas discapacidades o lazarillos, o los acompañantes terapéuticos utilizados para recuperación tanto anímica como física de las personas.
Por todo esto creemos que es muy importante que haya políticas donde se aborden los temas necesarios que nos permitan construir y tener acceso a una mejor convivencia y calidad de vida juntos humanos y caninos.
Queda abierto así este espacio, para comunicar sobre todas las áreas que rodean el equilibrio en la vida de un perro y su familia, y todas las actividades que realiza el Sindicato de Trabajadores Caninos en esa dirección.
Francisco Laurino/ Secretario de Capacitación
Terapeuta Canino/ El Perro, Maestro Espiritual