El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impulsa un proyecto de ley para que se les implanten a nuestros perros y gatos un microchip. Y empieza el debate, nos meten en una grieta: ¿a favor o en contra?

Si bien el microchip puede ser de gran utilidad para, por ejemplo, reducir la cantidad de perros perdidos en la Ciudad, así planteada parecería una medida aislada del GCBA con fines recaudatorios, y no enmarcado en un plan de tenencia responsable para los más de 1 millón de perros y gatos que hay en CABA

En la Ciudad no existe un hospital público veterinario, fundamental y mucho más prioritario a la hora de cuidar la salud de nuestras mascotas que invertir dinero público en microchips. Vacunar, castrar y darle atención veterinaria gratuita salva vidas y tiene múltiples beneficios para el cuidado y la salud de nuestros perros y gatos. También hay una deficiente cantidad de caniles, que si pensamos en disminuir la cantidad de perros perdidos (principal beneficio de la colocación de un microchip), es fundamental primero generar espacios donde puedan socializar, jugar y disfrutar con otros perros de forma segura. En la Ciudad, según un relevamiento que hicimos desde el Sindicato de Trabajadores Caninos, habría que triplicar la cantidad de caniles para que nuestros perros puedan disfrutar de forma segura

Estos proyectos deben ser consensuados con tutores responsables, proteccionistas, veterinarios y trabajadores caninos, en el marco de un plan integral de cuidado de nuestras mascotas en la Ciudad. El Gobierno de la Ciudad debe garantizar las condiciones para que los tutores prediquen la tenencia responsable. Sino, parece solo una medida marketinera sin mayores beneficios para nuestros perros, como tantas otras que se vienen haciendo, como estigmatizar a los perros de razas fuertes como peligrosos, cuando lo que habría que hacer es brindar educación a los tutores de dichos perros.

Políticas públicas y costos económicos

¿Y a qué costo? Es la pregunta que muchos nos hicieron cuando surgió esta iniciativa. Si bien no aparece explicitado en el proyecto, según diversas estimaciones, esta medida para aplicarse al millón de mascotas que viven en la Ciudad, tendría una inversión de mil millones de pesos. ¿Es mucho más caro construir, por ejemplo, un hospital público veterinario? Nos parece que el debate debería incluir a los diversos actores y pensar únicamente en el bienestar de nuestros animales

Esperamos que el Gobierno de la Ciudad convoque al dialogo y priorice la salud integral de nuestras mascotas en lugar de medidas aisladas que de por sí solas no traen beneficio alguno para ellas y sólo generan mayores impuestos para los porteños y porteñas

Microchips para perros y gatos en CABA: prioridades para el bienestar de nuestas mascotas

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impulsa un proyecto de ley para que se les implanten a nuestros perros y gatos un microchip. Y empieza el debate, nos meten en una grieta: ¿a favor o en contra?

Si bien el microchip puede ser de gran utilidad para, por ejemplo, reducir la cantidad de perros perdidos en la Ciudad, así planteada parecería una medida aislada del GCBA con fines recaudatorios, y no enmarcado en un plan de tenencia responsable para los más de 1 millón de perros y gatos que hay en CABA

En la Ciudad no existe un hospital público veterinario, fundamental y mucho más prioritario a la hora de cuidar la salud de nuestras mascotas que invertir dinero público en microchips. Vacunar, castrar y darle atención veterinaria gratuita salva vidas y tiene múltiples beneficios para el cuidado y la salud de nuestros perros y gatos. También hay una deficiente cantidad de caniles, que si pensamos en disminuir la cantidad de perros perdidos (principal beneficio de la colocación de un microchip), es fundamental primero generar espacios donde puedan socializar, jugar y disfrutar con otros perros de forma segura. En la Ciudad, según un relevamiento que hicimos desde el Sindicato de Trabajadores Caninos, habría que triplicar la cantidad de caniles para que nuestros perros puedan disfrutar de forma segura

Estos proyectos deben ser consensuados con tutores responsables, proteccionistas, veterinarios y trabajadores caninos, en el marco de un plan integral de cuidado de nuestras mascotas en la Ciudad. El Gobierno de la Ciudad debe garantizar las condiciones para que los tutores prediquen la tenencia responsable. Sino, parece solo una medida marketinera sin mayores beneficios para nuestros perros, como tantas otras que se vienen haciendo, como estigmatizar a los perros de razas fuertes como peligrosos, cuando lo que habría que hacer es brindar educación a los tutores de dichos perros.

Políticas públicas y costos económicos

¿Y a qué costo? Es la pregunta que muchos nos hicieron cuando surgió esta iniciativa. Si bien no aparece explicitado en el proyecto, según diversas estimaciones, esta medida para aplicarse al millón de mascotas que viven en la Ciudad, tendría una inversión de mil millones de pesos. ¿Es mucho más caro construir, por ejemplo, un hospital público veterinario? Nos parece que el debate debería incluir a los diversos actores y pensar únicamente en el bienestar de nuestros animales

Esperamos que el Gobierno de la Ciudad convoque al dialogo y priorice la salud integral de nuestras mascotas en lugar de medidas aisladas que de por sí solas no traen beneficio alguno para ellas y sólo generan mayores impuestos para los porteños y porteñas